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martes, 11 de diciembre de 2012

Jingle Bells


Navidad de Papá Noel,
de Santa Claus,
de merry christmas.
Navidad de luces y de shopping,
Navidad ostentosa.
Navidad burguesa,
de lechón, de pavo,
de saludo etílico e hipócrita.
Navidad de ofertas,
de aguinaldo,
de arbolitos y regalos.
Navidad de luces y de ruidos,
navidad de brindis,
Navidad de templos adornados
de señoras perfumadas
y ataviadas
-
Navidad de gente bien
Navidad del que trabaja
Navidad del operario y del gerente.
Navidad que por suerte dura un día.
-
Pero no la navidad
del pesebre desolado,
no la de la noche
oscura sin cobijo,
No la de la bestia
que jadea sobre el pasto.
Navidad que para algunos,
tristemente,
es todo el año...

 A.K 5/12/2012

La otra María

veces son tan pobres
que ni hambre tienen.
El almita pegada a los huesos
y cara de olvido.

Y nadie los ve nunca,
por eso no hablan,
no levantan la cabeza.
Porque les pesa el mundo.

Y se van apagando como velas,
solas en un rincón
olvidado.

Parece que no les duele
tanto dolor,
pero parece,
Se les endurece el llanto
mientras los arrastra el viento
de la desgracia.
Se amontonan como hojitas secas.
Hasta que alguno las pisa.

A veces son tan pobres
que ni hambre tienen,
apenas tiene hijos,
como flores,
porque un día les dijeron que la vida
era regalo.

¿Quién se atreve a condenarlos?
¿Quién les quitó el permiso de vivir?

Calladitos vuelven a la tierra
como al vientre de su madre.
La única que los acoge.

Esta raza de hombres es perversa,
Devora la cría de los débiles
y luego los señala con el dedo.
A.K 28/11/2012

IN NAE

Agazapado primero
Me mira desde el fondo de sus ojos
Turbios.
Esgrime sus colmillos
Eriza su pelaje amenzado,
Gruñe.
Pero al fin se cansa
De ladrarle al enemigo
Que no existe
Y reposa sosegado
Contemplando su propia
Sombra.
Así yergue su cabeza
Segura, esbelta,
Dominante,
Le extiendo la mano
Y comprendo
Que he domesticado
A la bestia.

A.K 24/10/2012

AMDG

El espíritu está indispuesto,
pero la carne es fuerte.
Se yergue ante la lanza-cruz
que la atraviesa
hurgando en lo que el bravo llama
el alma,
cual si de un carozo se tratase.
Para mí la libertad es toda entera:
mi alma soy todo yo,
soy yo mi cuerpo.
Otra cosa es la almeja, el mejillón,
la escasa ostra...
Soy yo la perla, el mar, la sal, el calcio.
Yo la palabra soy que me pronuncia,
el verbo que me grita
y que me calla.
Soy el eco que se escurre entre los muros.
Yo soy la forma bajo la sustancia,
mi porpia tierra,
mi jardín perfecto.
Renuncio a su eternidad
de resignados,
me abstengo del banquete de cobardes,
y de estrechar estigma contra estigma.
Me quedo con mi vida de suspiro,
la trémula existencia
en esta carne.
que es todo lo que soy
y lo que tengo.
Conozco ya el talante
de sus héroes
y se de algunos que,
a costa de salvar sus almas,
le han vendido el cuerpo
al diablo.

A.K 22/10/2012

La letra con sangre entra

Recuerdo mi fugaz paso por la caligrafía en época escolar.
Me tocó hacer la secundaria en un momento en el que empezaban a considerarse obsoletas algunas disciplinas.
No tenía sentido seguir insistiendo con la escritura manual, cuando las viejas máquinas de escribir le empezaban a dar paso a las primeras computadoras de escritorio.
Recuerdo la hoja en blanco frente a mí y el tedio de repetir la misma letra sucesivamente, una y otra vez.
Nada parecía cambiar de un renglón a otro. Mojar la pluma cada tanto en el tintero. Y repetir.
Joven y moderno, yo, juzgaba aquello como un capricho académico de sostener anquilosadas costumbres, una manera de seguir justificando el sueldo, aunque también la existencia, de esos viejos profesores que parecían escapados de una película de Sandrini.
En esos momentos yo no podía dejar de evocar esas escenas en blanco y negro que veia de chico en el ranser de mi abuela, o escucharla decir, regla en mano. “La letra con sangre entra”

Y así pasaron los años, viendo diluírse ante mis ojos los trabajosos métodos de aprendizaje, dando lugar a dinámicas, sistemas mnemotécnicos, cursos a distancia, por correspondencia, en cassettes, carreras virtuales, profesores on-line, etc. Y lo celebré.

Pero hace unos años, de ida o de vuelta por mis caminos de búsqueda, recalé en el Tang Soo Do. Una inexplicable intuición me reclamaba, como asignatura pediente, la práctica de una disciplina marcial. Humildemente, tuve que desaprender todo lo que sabía, sacarme la pesada mochila de bagaje literario, teológico, filosófico, científico.

En mi copa no había lugar para más nada.

O mejor dicho, lo que allí había no me servía para nada.

Y otra vez de blanco.
Pero esta vez no era un gardapolvo, sino un dobok.

Y otra vez la hoja en blanco
Pero esta vez no era papel canson
Era yo.

Y otra vez comencé a repetir sobre este papel la letra.
E iba tomando forma la caligrafía del Hyung, de la técnica.
Y por primera vez comprendí que no era un capricho,
Y a medida que mi pobre caligrafía va mejorando,
Que mi cuerpo y mi espíritu se van configurando con el trazo,
A la vez que comienzo a esbozar nuevos caracteres,
La exigencia crece,
Y lo que antes eran garabatos sobre el tatami
de a poco se va pareciendo al arte.

Entrenamiento,
Sudor,
Cansancio.
Moo Do

Ahora soy yo el que dice
con otras palabra:
La letra con sangre entra!

A.K 25/9/2012

Cosmogonía


Apenas polvo de estrellas,
materia ancestral de átomos
errantes
que hoy vienen a serme.
Memoria de luz,
de roca,
de fuego...
Sospecho que soy antes del no ser
primero,
fluye en mi sangre
el universo entero.
No hay más principio
que el principio mismo,
y antes fui sol, fui luna,
gravedad, quazar
o cielo,
viento solar,
enana blanca,
o helio.
Me escurro entre el ser mismo
de las cosas.
La edad es una trampa de la
mente.
No hay muerte,
No hay bautismos,
No hay exequias,
Nada puede escapar del ser
cuando ya ha
sido.
Parado en esta posta del
destino,
en este haz de luz
que es la conciencia,
no juego ya al pasado
ni al futuro,
no temo al devenir,
ya nada anhelo.
Mañana seré brisa, mar o hielo
y nos veremos otra vez,
de nuevo en otros ojos
con otro nombre y otros
miedos,
y una vez más sabré
que ya
nos conocemos...

A.K 2/9/2012

Enjambre


Paseo mi cabeza entre las moscas,
Inquietas salpican
El aire blanco
Practican una danza
misteriosa,
Dibujan caracteres invisibles
¿Qué errático universo tejen
En el éter?

¿Será tal vez
Que en medio de las cosas,
Las flores,
Podredumbres
O los hombres,
Intentan confesarnos
Un secreto?

¿Será que,
Susurrantes
Entre el ruido,
Pronuncian el sonido
primordial
Por si escuchamos?
¿Será que han comprendido
El hermético sarcasmo de la
historia
Y ríen de nosotros
Porque saben
Que no hemos de entender nunca el
mensaje?

Sacudo con la mano la maraña,
Enjambre pestilente,
Nube de espanto.
Presumo que se apartan
Y se llevan
La letra que escribían en la nada.
Ostentan su desprecio por nosotros,
Nos miran de reojo
Y se alejan.

Jamás podré nombrar
lo que ellas nombran,
ni sospechar qué dicen
cuando callan
Han comprendido bien la moraleja
y es que en moscas cerradas
No entran bocas.

A.K 1/9/2012


Sínodo

Pasean en su jardín de higueras secas,
Señalan con la diestra la manzana
Mordida por la trémula mujer de manos blancas.

Se sientan a la sombra de las ramas
Desnudas de aridez,
Planta maldita,
Con la siniestra amasan la serpiente.

Comparten el banquete del verdugo,
Bendicen las cadenas del esclavo
Dan de comer al lobo
Su cordero.

Esgrimen su retórica verbal
Del medioevo.

Seres de sombra gris
Hijos del miedo,
Pestilentes lázaros inresurrectos.

No queda mucho ya
Del páramo que habitan,
Cenizas de un edén imaginario,
No hay mucho ya
Que tape sus vergüenzas.

Los miro desde afuera
Cada tanto,
Arranco las espigas con la mano,
Y dejo que los muertos
Entierren a sus muertos.

A.K 26/7/2012

Hoja de ruta


Poema verdiazul,
árboles versos.
Repiten la cadencia de un soneto
interminable.
Se hunden en el cobre
de la tarde,
se apagan en la noche...
Llegado ya a mi hogar
tiembla en mis dedos
el ávido dulzor de las palabras
y se derrama en letras el paisaje,
ahora perfecto.

A.K 26/7/2012

Visita

Apareció un día, caminando despacio por el camino polvoriento, cabizbajo, vestido con harapos malolientes. Cruzó el pueblo sin levantar la vista siquiera, como si nada quisiera de nosotros. Como si nada pudiéramos darle. Creo que se estableció en la casa de Ibáñez, pero nunca nadie le preguntó si hospedaba al extraño. En general nadie le hablaba, tenía fama de parco y maleducado.
Cerca de la primavera comenzó a verse más seguido por el pueblo, aseado y bien vestido. Lo vi cambiar algunas cosas en la despensa o comprar víveres, pero no hablaba. Tímidamente comencé a saludarlo apenas con un gesto, con un ademán mezquino. Y no sabría decir si respondía o no, porque enseguida desviaba mi mirada. El extraño había despertado, me imagino, un interés generalizado en todo el pueblo, pero a la vez lo rodeaba un halo místico, casi sagrado. Era el innombrable, tanto es así que esto que les cuento no lo hablaba yo con nadie en aquella región y nadie hacía mención en público del asunto. Creo que cada uno conjeturaba para sí un universo de explicaciones.
Calculo que nos fuimos acostumbrando. Al cabo de un tiempo dejó de importarnos, y verlo en la calle era lo mismo que ver un árbol o una piedra del camino. Ya formaba parte accidental, aleatoria, del paisaje.
Comenzaron, me acuerdo, a caer las primeras hojas, el verde iba cediendo al avance de una tenue sombra ocre que acariciaba las copas, y los pasos por la calle eran denunciados por los suaves crujidos de la hojarasca. Yo iba tranquilo, solo como siempre, por la calle del limonero, la que linda con el cementerio. Era poco transitada, a decir verdad nadie iba por allí porque no conducía a ningún lado; cuando desde ese ningún lado lo vi venir. Yo en realidad iba a recoger ramitas de alcanfor del árbol que estaba justo al final de la calle. Más allá estaba la barranca, y más allá… No importa. Decía que lo vi venir. Hice el conocido ademán pero esta vez él se detuvo, me tomó del brazo, firme pero suave y me miró, y por primera vez le vi los ojos, dos enormes y profundas fuentes de un verde jade que me hipnotizaron. El estruendo ahogado de todos los mares del mundo resonó en mi alma al mismo tiempo. Y no me dijo nada. De pronto todo a mi alrededor pareció desvanecerse, el ocre y el verde se fundieron en una acuarela informe, se descorrió el telón de mi conciencia y todo se esfumó ante mis ojos.
Cuando volví en mí soplaba una brisa suave, las hojas del alcanfor danzaban con destellos tornasolados y la soledad reinada en el horizonte. Ya no estaba. Volví sobre mis pasos y entré al cementerio, oculta entre las matas del fondo encontré la tumba. Sobre lo que quedaba de la vieja y raída lápida un viejo retrato me devolvía de nuevo la imagen del hombre del camino, y debajo de ella una inscripción que rezaba el nombre de mi padre. Mi madre me lo nombró alguna que otra vez, pero nunca recordé su nombre.
Corté algunas flores, le traje unas ramitas de alcanfor y lloré.
Desde ese día no volví a verlo nunca más, y nadie más lo vio, si es que, ahora me lo pregunto, alguien más lo había visto antes.
A.K 26/7/2012

Signo

De todos los sacramentos del hombre
hay uno que no está escrito
en ningún libro
-
El Moo Do
Se escribe en la sangre
con sangre.
-
Se significa
en la liturgia diaria
del dojang
y es un bautismo
permanente.
-
Adentro
el campo de batalla
es infinito,
guerrero y forma,
forma y guerrero
se confunden.
-
En el silencio profundo del universo,
donde todo es quietud,
no hay tiempo.
Sólo se escucha su kihap
-
En la quietud profunda del universo
donde todo es silencio
el guerrero no desenvaina su espada
porque es la espada,
no lanza su golpe
porque es el golpe.
-
Inmutable conquista
todos los imperios posibles
porque se ha conquistado
a sí mismo!
-A.K 19/7/2012

Felices los que cren sin ver

Feliz la madre
que sigue creyendo en la Vida,
aún ante el decreto absurdo de la muerte,
-
Feliz la madre que sostiene su esperanza
contra el pronóstico fatal
de la ciencia
-
Feliz quien espera contra toda esperanza!
-
Feliz la madre que en medio de la noche
más oscura
confía en el triunfo de la
Luz,
-
Feliz la madre
Que no cree en la cifra devastadora
de los informes
porque sabe en su corazón
que hoy es el tiempo de los
Milagros...
-
Felices los que creen sin ver...
-
A.K. 4/7/ 2012