En el fondo de mi corazón
se debaten corrientes
de aguas puras
y silencios.
Aquel canto de pájaros sin plumas:
No puedo lograr que llegue hasta mí.
Tarde: Paseo del alma
que busca la paz
y una fuente que no deja de manar.
En el blanco silencio de estas horas
me derramo silvestre
por las barrancas de la brisa,
me transformo en corriente
de agua cristalina entre las piedras,
rozando la pradera
y el desierto,
rindiéndome ante el sol
que hace vapor mis gotas
confundiendo mi llanto
con la lluvia.
Afuera: el mundo.
"...Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales del campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que el hombre le pusiera..." Gn 2,19-20
viernes, 18 de junio de 2010
Océano
"Sus compañeros la interrogaban, burlones,
¿has encontrado? ¿Has encontrado?
y la Sirena se limitaba a mover la cabeza
tristemente"
Misteriosa Buenos Aires.
M. Mujica Lainez
¿has encontrado? ¿Has encontrado?
y la Sirena se limitaba a mover la cabeza
tristemente"
Misteriosa Buenos Aires.
M. Mujica Lainez
Y encuentro en tu voz,
Sirena.
La primera nota del mar.
Murmullo de olas que rompen
Sin cesar.
Te suelo escuchar a veces
Marino en tus noches
Azules,
Y escruto el horizonte
Y no te encuentro,
Y tu canto ahogado se va apagando,
Se va muriendo
Como mueren las olas
En la playa,
Como sutil caricia en su viaje de vuelta,
Definitivo.
… Y encuentro tu voz,
Sirena,
Y ya no duermo,
Porque mi corazón vela incansable
Oteando el cenit,
Marcando el rumbo,
Siguiendo la estela de espuma
Que dejan tus caderas
En el agua.
… Y escucho tu voz,
Sirena,
Pero tu mundo de algas
No es mi mundo
Y yo debo elegir:
Si respirar por siempre
Esta nostalgia
O ahogarme junto a ti
Para escuchar tu canto
Eternamente.
Madrugada
Mariposa de luz,
Nido de sombras,
En ti la casta inmensidad del mundo
Se derrama.
Bates las alas,
Diáfana caricia de viento,
Y te vas,
Y quedan tras de ti
Rastros de muerte.
Mariposa de luz
Sueñas sin sueños
En una hermosa playa donde el sol
No brilla.
A veces voy
Desnudo de promesas
Y te busco
Y encuentro tus caricias
En la arena.
A veces voy
Hacia tu oscuro nido
Sin estrellas
Y suelo despertar por la mañana
Con algo de tu sal
Entre mis manos.
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